Una pareja que discute conduce a toda velocidad a través de un aguacero para coger el último ferry hacia su isla de retiro. En un instante, reconocen un cuerpo arrugado que yace a un lado de la carretera y, tras muchas discusiones, se detienen para encontrar a un joven maltratado y magullado. Tras rechazar firmemente la oferta de llamar a la policía, los dos ayudan al chico lo mejor que pueden, aunque ciertamente significa perder el ferry